La democratización del deporte

La democratización del deporte Pierre de Coubertin es el padre del actual olimpismo y gran precursor del deporte para todos y de la democratización del deporte. Consideraba el deporte como un bien público, cuya consolidación dependía de convencer de su utilidad. Quería conseguir “una práctica deportiva espontánea, instalada en los hábitos sociales de todos los ciudadanos”.

En 1903, creó el Comité de Gimnasia utilitaria, que en 1906 pasó a ser La Sociedad de Deportes Populares, cuya finalidad era extender el gusto y el hábito de la actividad deportiva individual a todas las capas de la población.
En 1905, publicó «La Gymnastique Utilitaire, Sauvetage, Défense, Locomotion», pocos años después «Una Campaña de Veintiún Años» y en 1910 un artículo titulado «Deportes Populares», textos que constituyen un alegato a favor de la democratización del deporte, como un hábito cultural y como consecuencia del proceso pedagógico. 
En 1913 escribió «El Deporte y el Arte de Envejecer» y, en 1915, el artículo «La Restauración del Gimnasio Antiguo», en el que dice que «el gimnasio antiguo sería más indispensable, todavía, en la sociedad presente, que en las sociedades desaparecidas» reclamando su necesidad en cada zona urbana y en cada barrio de una gran ciudad.
En febrero de 1918, en plena Gran Guerra, reivindicaba el gimnasio público como un agente para la paz social, instando a abordar su construcción, pensando que lo contrario sería inaudito y poco halagador para los poderes públicos. 
En 1919 utiliza, por primera vez, el término deporte para todos. En 1926, la Unión Pedagógica Universal, que él presidía, convocó una conferencia para estudiar el papel pedagógico de la ciudad moderna, donde se proclamó el principio del derecho al deporte.
El derecho al deporte y su democratización tienen un antecedente centenario, reivindiquemos el deporte para todos y todas, pero también a su gran precursor.
Autor: Luis Solar, presidente de la Federación de Asociaciones de Gestores del Deporte de España (FAGDE)